miércoles, 4 de noviembre de 2009

Violencia Doméstica: ¿una cuestión privada?

¿Violencia Doméstica: una cuestión privada?

*Un proverbio árabe dice:
"Pega a tu mujer cada día, ella sabrá porque lo haces"


Caen ideologías, caen sistemas, caen estructuras, pero en cambio se siguen manteniendo principios de desigualdad sobre los que se articulan incluso las sociedades más avanzadas.
Cuando una mujer es golpeada física o psicológicamente en su círculo más cercano, aparece, como en un espejo, la imagen misma de lo que nuestra sociedad sigue siendo.
El rol social que se atribuye a la mujer la convierte en víctima de una violencia específica que, aunque la conocemos por doméstica, es el más evidente ejemplo de Violencia de Género.
El poder y el dominio se consideran valores positivos, aún más en nuestras sociedades competitivas, y esos atributos continúan siendo intrínsecos a la virilidad.
Estos "valores" fundamentan estructuras de desigualdad, y un medio para alcanzarlos, demostrarlos o defenderlos es la violencia.

"La forma más común de violencia contra la mujer es la violencia en el hogar o en la familia. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que una mujer tiene mayor probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero actual o anterior que por otra persona. Los hombres pueden patear, morder, abofetear, dar un puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o compañeras; les pueden infligir quemaduras o tirar ácido en la cara; pegar o violar, con partes corporales u objetos agudos; y usar armas letales para apuñalarlas o dispararles.
A veces las mujeres son lesionadas gravemente y en algunos casos son asesinadas o mueren como resultado de sus lesiones.
La naturaleza de la violencia contra la mujer en el ámbito familiar ha propiciado comparaciones con la tortura. Las agresiones están destinadas a lesionar la salud psicológica de la mujer al igual que su cuerpo, y suelen ir acompañadas de humillación y violencia física. Al igual que la tortura, las agresiones son impredecibles y guardan poca relación con el comportamiento de la mujer. Finalmente, las agresiones pueden sucederse una semana tras otra, durante muchos años." (Organización Mundial de la Salud)

La Violencia Doméstica no se da únicamente entre mujeres dependientes, con poca formación o bajo nivel cultural; jóvenes universitarias o mujeres de clase media y alta son también objeto de este tipo de agresiones, aunque sus posibilidades personales y económicas hacen que puedan acceder a distintos recursos que les permitan manejar herramientas para romper con el círculo de violencia.

Las organizaciones de mujeres, desde su aparición, han trabajado por que todos los ciudadanos/as tomen conciencia de la lacra que supone la Violencia Doméstica, "terrorismo doméstico".
Desde entonces ha pasado de ser un asunto privado, que sólo concierne a la pareja, a un problema social, que también le compete al Estado.
Uno de los principales logros es la creciente cantidad de denuncias (se calcula que el 95% de las agresiones no se denuncia) y uno de los principales retos es acabar con el sistema que otorga impunidad al agresor, para que la mujer perciba que la denuncia puede ser el principio del fin. Fundamentalmente, las críticas se centran en la aplicación de la legislación y en los defectos de fondo y de forma durante el proceso que colocan a la mujer en una situación de total indefensión.
A pesar de las dificultades y del miedo hay que romper el silencio.
El silencio siempre es un obstáculo y una de las principales trabas que tiene la mujer para acabar con el vínculo violento. Reconocerse como víctima y "traicionar" al que ha sido su compañero, y padre de sus hijos, asumir el juicio social, sentirse responsable de las agresiones, la falta de perspectivas personales y económicas… son factores psicológicos y sociales que perpetúan la violencia doméstica.

Muchas de las mujeres maltratadas no se reconocen como tales, la definición misma de violencia doméstica no es unívoca y depende de tantos factores que para muchas mujeres los insultos no son agresiones... para otras muchas, una cachetada, tampoco.
La mayoría de las que sufren maltrato están inmersas en una maraña de comportamientos para poder aguantar el infierno de la convivencia.
Muchas no soportan esta situación y acaban tomando la opción del suicidio...

Es muy fuerte el arraigo entre muchas mujeres de lo que se denomina "el amor romántico", que con su carga de altruismo, sacrificio, abnegación y entrega, refuerzan la actitud de sumisión, consideran un fracaso la separación porque después de tanto esfuerzo no han conseguido salvar su pareja.
Y comienzan asumir el sufrimiento como un desafío, como si ellas pudieran cambiar la situación, cambiarlo a él.
Entonces llegan a convencerse que la culpa de la violencia de sus compañeros son producto de factores externos como la falta de trabajo, los problemas, e incluso llegan a culpabilizarse a sí mismas. Encuentran cualquier argumento para justificar a su pareja; uno de los más comunes es el alcoholismo del hombre como causa desencadenante de la agresión, cuando está demostrado que el porcentaje de agresiones que se producen bajo los efectos del alcohol es muy reducido.

La ausencia de redes sociales y familiares sólidas hacen que su mundo sea su compañero, que los proyectos de él sean los suyos propios y que todo se reduzca a él, está sola, la familia muchas veces no conoce la situación y si la conoce.... no se mete en asuntos de parejas.
La cualidad de privado conferida a lo que sucede en el interior de las familias ha favorecido tradicionalmente una política social de no injerencia(como en los Estados modernos) en los asuntos domésticos ajenos, y menos aún si solo son vecinos.

Nosotras pensamos que la Violencia Doméstica requiere de la intervención social en ese espacio privado, para defender los derechos avasallados de uno de los integrantes de ese núcleo familiar, que ha traspasado traumáticamente los límites de la convivencia.


Agenda Radical
Boletín informativo - Nº 676 - 23 de noviembre de 2007
Edición del Colectivo Militante - Por la Unidad de los Revolucionarios
Montevideo - Uruguay
http://www.casadelamujer.org.uy

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